Infantil espera

No deja de llorar la chiquilla en el jardín
ni cesa la premonición del abandono
de que te vayas, de que ya te hayas ido,
de que un día no aparezcas
y jamás hayas estado
que te desvanezcas
sin imaginar siquiera
los sollozos que dejas detrás.

Teme perderse entre tus multitudes,
en medio de los gentíos que hacen fila por tu amor,
corre tras tu mano para no refundirse
con los otros ojos que tú observas
que cautivan presurosa tu atención
y que no te hacen sospechar de su baja presencia,
de aquella pequeña que anda pegada a tus piernas
moribunda por tu calor.

Te espera siempre a la misma hora
ansiosa y angustiada por tu contingente venida
se pregunta millones de veces por cuál puerta entrarás
mientras ruega al cielo que no te hayas olvidado del camino
¿pensarás en ella, quizás?
pero pasan las horas y tú nunca llegas
entonces la chiquilla se vuelve a recostar
una noche más que entre las flores aguardará con paciencia
con el sueño de que mañana quizás te acuerdes de ella.