Podría escribir un poema

Podría escribir sobre la carne de alguno,
sobre el pecho que entre sueños me acompaña,
podría, y claro, sería más fácil, hablar de los suspiros en mis venas,
de los revoloteos de unas cuantas alas.

Podría decirles cuánto he gastado en ausencias,
o hablarles de cada silencio que he guardado mientras amaba,
podría confesarles los nombres de mis deseos,
o hacer una declaración de amor a la deriva.

Podría declamar elogios a mi Helena,
o podría recitar los monólogos del moro enamorado,
les contaría sobre mis manos sudorosas,
y sobre cuántos kilómetros he corrido por un abrazo.

Podría susurrarles al oído el color de los velos que me han cubierto,
les podría narrar, si lo quisiera, los campos que mis uñas han arado,
los tantos lechos que me han hecho compañía
o cada uno de los desvanecimientos que me han hallado perdida.

Podría poner en una orquesta mis quejidos,
encerrar en jaulas de vidrio mis recuerdos 
o extender en fotogramas la flecha que dirige mi futuro,
hablarles del chillido que estaba tras mi sosiego. 

Cuanto no podría mostrarles, decirles, contarles, 
de qué maneras no podría desnudarme ante el lector impaciente, 
podría hacer aquel poema
de pieles, de hombres, de mundo:
No lo haré

Porque pasan los días como gacelas que corren asustadas,
se encienden las noches como incendios impetuosos, 
se transforma la sangre de verde a roja, de roja a azul, 
muero y resucito de infinitas formas,
me fundo, me tallo, 
huyo tanto como duermo...

Espero en la misma esquina,
vuelo por corredores apenas soñados,
desentierro golondrinas en los patios, 
escondo secretos bajo las alfombras,
bajo los azulejos,
entre los armarios....
Para que otros, mucho después, los encuentren.

Canto en la terraza miles de nombres, 
ruedo por las escaleras,
me ciega la luz que pasa entre mis dedos, 
miro al sol a los ojos, 
y me sonríe, 
y le veo, le veo...

Porque soy de barro, 
porque soy vasija
y cualquier poema sobre mí
sería una malformación de la escritura,
no la haré.

Porque mi humanidad es como la de todos,
porque si les contara sobre mí
les estaría hablando del resto, 
y todavía ninguno está listo para verse.

No relataré la historia de nosotros,
para no exhibir lo invisible,
nos dejaré ser misterio, 
nos permitiré ser la mera materia, 
no historias,
no polvo,
no viento,
no devenir, 
soltaré este poema,
y será tan solo lo que podría ser...