Al doblar la esquina mirarás...
Es inevitable dar una última mirada a la calle
justo antes de doblar la esquina,
mezclarse brevemente con la bruma perdida.
En esa búsqueda del calor se vale acurrucarse entre el
recuerdo de un fuego.
No importa cuantos minutos hayan ya pasado
entre la presión en el pecho y el suspiro que has
soltado,
el tiempo que hace ruido en los recovecos de tu cuerpo
marca eternamente las horas de los hondos sentimientos.
Ya has destejido y tejido el telar millones de veces,
acabas de soltar unos otros cuantos hilos,
quédate mirándolos, que ya están muertos, pero aquí
siguen.
Contémplalos, que únicamente ahora has logrado verlos sin miedo.
Los mitos dicen que si volteas hacia atrás
desaparece aquello que has venido a rescatar,
pero nada tienes tú para perder, tú, que solo anhelas
la memoria,
pero nada tuyo puede desaparecer, de ti, de quien solo
quiere atrapar al vacío.
Se vale recordar las veces que hemos pasado por las
olas ardientes,
se vale -te digo- que camines sobre un hilo de
nostalgia,
todo se vale en esta batalla contra todos los Yos que
has sido,
se vale tejer en una sola respiración sostenida todo
lo que has quemado por años.
Anda, mira para atrás si quieres ver fantasmas,
cierra los ojos y voltea de regreso hacia la esquina,
pero ábrelos temario de todo y déjalos que
desaparezcan,
dale un último vistazo, pero anda ya, hazlo pronto, que debes seguir
caminando.