Risitas
A Bibiana
De tu voz con la mía
han nacido carcajadas
que esconden canciones,
quejas, añoranzas,
tristezas, amarguras,
dolores y penumbras,
ansiedades, temores,
celebraciones y amores.
Con nuestras carcajadas
tú y yo recreamos
el latino de mil corazones,
los tambores de una cumbia
los pasos de una salsa,
las arengas de una marcha
los aplausos en el León de Greiff.
Tu risa y la mía
nos han sentenciado al ruido,
a ser estruendosas como un aguacero
que no se detiene
hasta llamar al sol
o hasta volver a encontrarnos
en alguna calle,
en algún salón.
Nuestra amistad es de risas
de risas sin decencia,
de risas maleducadas,
de risas sinvergüenzas,
de risas y nada más.
¿Para qué más?
Si entre tu risa y la mía,
que son una,
que son la misma,
caben todos los secretos,
junto a todas las verdades,
cabe toda la tristeza
al ladito de la alegría.
Tú y yo, risa risueña,
lo comprendimos todo
cuando supimos reír.
Entonces si el aire falta,
si el vacío estorba,
si entre tu risa y la mía
se abren distancias,
si a tu risa la entrecorta un quebrando,
si a la mía la enmudece el tiempo,
te buscaré, me buscarás,
y aprenderemos a reírnos de nuevo
en un solo canto
que nos convierta en ruido,
que nos devuelva al sol.