Pequeña oda al amor pasajero

Sabemos de sobra que no seremos
porque el tiempo galopa sin miedo
mientras nosotros apenas andamos
porque nada nos une, nada nos ata
somos dos pequeños sacos al viento
intentando pausar al destino 
en un arrebato de casualidades.

Mas esta levedad es justo la que sana
la que nos cura entre momentos ajenos
aunque sepamos que somos solo dos extraños
intentando colarse por una ventana
que de causalidad vimos abierta en el camino
alguna noche cualquiera
en la que huíamos de la providencia. 

Así que ven acá sin tu futuro
aguardemos juntos a que nos descubran
para que cuando la vida nos halle entrelazados
nos encontremos ebrios de presentes
habiéndonos ya ofrecido todo lo que nos negaron
para que todo aquello que nos declaró pasajeros
se doblegue ante la maravilla de este amor pagano.