Del comienzo
Aguarda bajo la tierra, Vida,
detén tu paso crujiente que asciende,
te quebrarás, Raíz de aire,
perderás fugazmente tu mente.
No te apresures, Niña
niégale al sol tu frente,
no permitas de tu boca sonido,
no te muestres al sol ardiente.
Deja de entretejerte,
que el cuerpo no se cree,
viajero vagabundo,
será el lastre que lleves.
Teme, escóndete bajo arena,
no dejes que los dedos te besen,
espera un poco más,
que llorar no quiero verme.
Recorrerás entre pieles,
te convertirás en agua que atrapan,
y tu transparencia innata,
hará de los roces fantasmas.
Ya no puedes parar, Río,
fluyes bajo ajenos placeres,
solo tú conoces los ojos,
que te contemplan sin verte.