Tiempo
¿Por qué no esperas?, detente, ¿Que prisa tienes?, te miro en mi reloj pero te siento en mi nostalgia, contra ti ni tu mismo puedes, eres tu quien agota la esperanza, no corras, por favor, ¿no ves que haces daño?, abres heridas que ni siquiera cierran con tu abrazo.
Extraño los domingos de sonrisas, despertar y oler tanta comida que hasta el hambre se provocaba , extraño los sábados de juegos de mesa, los viernes a su lado, extraño los jueves, los miércoles y los martes cuando no te sentía, y extraño los lunes cuando no me dolías.
La película sigue rodando y esto parece todo menos un cuento. Tu minutos, yo afanes, tu horas, yo preocupaciones,tu meses, yo las cuentas,tu años, yo nostalgia. La felicidad no alcanza para cubrir los recuerdos, los recuerdos no abrazan a la locura, sigo cruzando limites y siento mis piernas pesadas, mi fe no bastaría para mover montañas, cargo un peso que no me pertenece. Ahora dime ¿Que de bueno tienes?, desaparece,te grito, no soporto tu indiferencia. Eres éxito o desgracia, pero nunca ambas. Con tu paso dejas mas heridos que en una batalla, te llevas inocentes y culpables, pero te seguimos exigiendo en nuestra vida diaria, nos llevas a tu costado, impones tu voluntad, un régimen que elegimos y no podemos sacar.
Dolor crónico, enfermedad sin medicina, lo que nos obliga a avanzar pero nos aconseja detener, te tengo miedo, no me gustan tus heridas ni las huellas de tu aliento, pero no te odio, tan solo te respeto, laberinto sin salida, quisiera ignorarte pero aquí te tengo.
Extraño los domingos de sonrisas, despertar y oler tanta comida que hasta el hambre se provocaba , extraño los sábados de juegos de mesa, los viernes a su lado, extraño los jueves, los miércoles y los martes cuando no te sentía, y extraño los lunes cuando no me dolías.
La película sigue rodando y esto parece todo menos un cuento. Tu minutos, yo afanes, tu horas, yo preocupaciones,tu meses, yo las cuentas,tu años, yo nostalgia. La felicidad no alcanza para cubrir los recuerdos, los recuerdos no abrazan a la locura, sigo cruzando limites y siento mis piernas pesadas, mi fe no bastaría para mover montañas, cargo un peso que no me pertenece. Ahora dime ¿Que de bueno tienes?, desaparece,te grito, no soporto tu indiferencia. Eres éxito o desgracia, pero nunca ambas. Con tu paso dejas mas heridos que en una batalla, te llevas inocentes y culpables, pero te seguimos exigiendo en nuestra vida diaria, nos llevas a tu costado, impones tu voluntad, un régimen que elegimos y no podemos sacar.
Dolor crónico, enfermedad sin medicina, lo que nos obliga a avanzar pero nos aconseja detener, te tengo miedo, no me gustan tus heridas ni las huellas de tu aliento, pero no te odio, tan solo te respeto, laberinto sin salida, quisiera ignorarte pero aquí te tengo.